Me olvidaron en la estación de la tristeza, mientras aún tenía un poco de esperanza en el amor.
Y luego, ¿qué?
Nada. La soledad no espera a nadie, ni siquiera a los mejores.
Nadie me recogió en aquella estación. En unos, mi alma se irá.
A nadie importará, nadie me quiso y nadie me querrá.
Me despido de esta vida con esta pistola, prestada por aquel que me arrebató la felicidad.
Adiós, Lotte, adiós
Un solitario. "
Carta de un hombre que nadie recuerda a una mujer que nunca pudo amarlo de verdad,
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